Tipos de sensibilidad a los lácteos

Las personas que tienen sensibilidad a los lácteos presentan molestias que suelen ser confundidos erróneamente, en algunos casos se trata de molestias similares, por lo que fácilmente se crea la confusión. En el caso de la INTOLERANCIA A LA LACTOSA, los malestares como: Gases, calambres, inflamación, nauseas, diarrea, entre otros, suelen presentarse entre 30 minutos a 2 horas luego de haber consumido algún producto lácteo.

esto como respuesta a la falta de la ENZIMA LACTASA, cuya acción es imprescindible en el proceso de conversión de la lactosa en sus componentes glucosa y galactosa, los que luego serán vertidos al torrente sanguíneo para ser procesados como energía. Sin embargo, estos mismos malestares suelen estar presentes en personas con SÍNDROME DE INTESTINO IRRITABLE, que se define por la presencia de dolor abdominal, con periodos sintomáticos y otros sin síntomas, asociado a alteraciones en el ritmo intestinal. La diferencia es que en el caso del síndrome de intestino irritable, los síntomas son una respuesta a alimentos ricos en grasas, alimentos que provoquen gases; como legumbres, alcohol, frutos secos, entre otros, que no necesariamente están ligados a productos lácteos.

Otro padecimiento por sensibilidad a los lácteos es LA ALERGIA A LA LECHE, que se trata de una respuesta anormal del sistema inmune del cuerpo a la leche y los productos que contienen leche. Es una de las alergias alimentarias más comunes en niños. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, pero la leche de oveja, cabra, búfala y otros mamíferos también puede causar reacción. A diferencia de la intolerancia a la lactosa, las molestias suelen presentarse inmediatamente luego de consumir leche.

Las molestias de alergia a la leche, son diferentes entre cada persona, suelen ser inmediatos, como: ronchas, sibilancias (un sonido silbante y chillón durante la respiración), sensación de picazón u hormigueo alrededor de los labios o la boca, hinchazón de los labios, lengua o garganta, tos o dificultad para respirar y vómitos.

También hay casos en los que las molestias pueden presentarse algunas horas luego de consumir leche, estos son: heces blandas o diarrea, calambres abdominales, secreciones nasales líquidas, ojos llorosos, Cólicos.

Cada molestia tiene un tratamiento especializado, por lo que es recomendable consultar con un médico para asegurar el diagnóstico correcto y el mejor tratamiento.

En el caso de la INTOLERANCIA A LA LACTOSA, el tratamiento consiste en la supresión de lactosa de la dieta según el grado de intolerancia. Se puede ingerir leche sin lactosa y evitar productos elaborados con lácteos como conservantes. La supresión de la leche precisa consumir alimentos ricos en calcio como sardinas, salmón, espinacas, brócoli, entre otros. Además, para poder aliviar esas molestias, ahora tienes LACTIENZYM, con su triple enzima (Lactasa, Proteasa y lipasa) podrán ayudarte a digerir la LACTOSA, proteínas y grasas de la leche. Si eres Intolerante a la Lactosa, vuelve a disfrutar de los lácteos con LACTIENZYM.

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