Malestar Estomacal: ¿Cómo saber si somos intolerantes a la lactosa?

Uno de las primeras molestias de este padecimiento es el dolor abdominal, que suele acompañarse de inflamación, gases, flatulencias y distensión abdominal; esto deriva por el aumento de gases y ácidos producidos por la incapacidad de descomponer la lactosa, que pasa directamente al intestino grueso y allí se descompone por las bacterias, generando los síntomas mencionados.

Las personas que padecen intolerancia a la lactosa, no producen suficiente LACTASA, que es la enzima encargada de descomponer la lactosa en glucosa y galactosa (los azúcares que el cuerpo utiliza como energía), cuando esta enzima no se produce en cantidades adecuadas, causa una serie de molestias digestivas y no sintetiza correctamente estos azúcares.

Otras molestias muy comunes entre los INTOLERANTES A LA LACTOSA son: Diarrea, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, dolor de cabeza, entre otros. Para descartar otros padecimientos, debemos notar si cada vez que ingerimos leche padecemos alguno de estos síntomas, la mayoría de los intolerantes a la lactosa siente alguno de estas molestias entre 30min. a 2 horas después del consumo de cualquier producto lacteo.

Si sospechas de que este es tu padecimiento, te recomendamos descartarlo con tu médico de cabecera, quien probablemente te realice uno de estos exámenes clinicos:

  1. TEST DE HIDRÓGENO EN EL ALIENTO: Se trata de la prueba más común y sencilla.  Al paciente se le suministra una solución con lactosa y a intervalos posteriores de tiempo se le hace soplar a través de un medidor de hidrógeno. En condiciones normales, exhalamos muy poco hidrógeno por el aliento, pero si somos intolerantes, los azúcares no son digeridos y se transportan al intestino grueso, las bacterias presentes allí lo utilizarán como alimento y crearán hidrógeno como producto de desecho. El hidrógeno es absorbido por el caudal de sangre y exhalado en la respiración.
  2. TEST DE SANGRE Esta prueba, mide la reacción del cuerpo frente a un líquido que contiene altos niveles de lactosa. Dos horas después de beber el líquido, el paciente tendrá que someterse a un análisis de sangre para medir la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo. Si el nivel de glucosa no se eleva, significa que el cuerpo no digiere ni absorbe adecuadamente la bebida con lactosa.
  3. TEST DE ACIDEZ EN LAS HECES Suele utilizarse en los casos de sospecha en pacientes bebés o niños que no puedan someterse a otras pruebas. La fermentación de la lactosa no digerida produce ácido láctico y otros ácidos que se pueden detectar en una muestra de heces. En el caso de las heces se estudia tanto la presencia de lactosa en ellas como su acidez respecto a cómo es su pH sin ingestión. Esto es debido a que la fermentación bacteriana de la lactosa baja el pH, acidificando las heces.

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